Tarda en llegar el frío invierno
y ya hay hielo, en mí garganta
una lágrima cae sobre la manta
y el colchón cruje como trueno
abro los corchetes de silencio
intentando escribí interrupción
crujen de nuevo los resortes del colchón
sobre él reposa un paría nuestro
que estás en el cielo del universo.

En la chimenea arde el aserrín
un cálido sueño me doblega
solo duermo, aún no llega
el invierno, con su punto y fin.

.... Y en la corteza de sus huesos,
magia de estrellas,
luces y besos,
música y letras,
labios descosidos,
y punto y seguido.

En la tela rectangular
donde se recuestan
los parias de la tierra
en medio de la penumbra
hay sonidos que asemejan
el crujir de la puerta
que abre y cierra
cuando la toca el viento.
En las noches insomnes
una gélida brisa invernal
hiela el alma pobre.

La madera flamea en el hogar
vencido, entregado a Morfeo
una lágrima se desliza por la mejilla.
Sueña que ha llegado el invierno,
pero era solo el frío otoñal
sin su punto y final.