El guerrero de fuego se rinde ante las legiones de estrellas comandadas por la Luna. Cede el imperio de alumbrar la bóveda celeste que envuelve al mundo azul. Se recuesta en su almohada de derrota y se cubre con un manto negro con pringas de luciérnagas prendidas.
Y la luna es reina y emperatriz. Directora de la sinfónica universal. Los asteroides tocan sus chellos, las cuerdas de unas arpas son acariciadas por las gemelas de Géminis. Los músicos astrales de Andrómeda soplan sus flautas, flautines, clarinetes y trompetas, trombos y trombones; con suave viento solar. Toda la legión de cuerpos celestes y luminosos siguen el ritmo y el compás; y hacen melodía celestial que arrulla a todos los seres vivientes del planeta azul.
Pasadas las horas de su descanso, el guerrero de fuego despereza sus cabellos incandescentes, suspira y exhala fulgores abrasadores, y con el portento de miles de infiernos ardientes recupera su reinado. Nuevamente es astro rey. Emperador en todo su esplendor. Ilumina con sus gentiles rayos a cada ser que sobre la faz de la Tierra respira.
Y la vida sigue, el moviento universal su armonioso compás persigue. De batallas sin fin es, su danza milenaria .
@SolitarioAmnte
iv-2017
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