Por las noches aparece… solo puedo verla en mi mente,
¿En qué momento despierto? ¿Al abrir o cerrar los ojos?,
no he podido distinguir… la realidad del sueño inminente…

La oscuridad es la única aliada de mis constantes desvelos.
Su belleza es un hechizo… que embelesa todo a su alrededor,
mirar su iris hace que me pierda en un bosque de ilusión…

Escuchar su voz es la melodía que hace estremecer mi interior,
y en su ausencia incrementa mi angustia y desesperación…
es una princesa y yo un plebeyo no invitado a su historia…

Extraña coincidencia entre tantos mundos, siglos y espacio,
una convergencia en la historia a través de la luna en el cielo,
fuera de su palacio que da vueltas al universo sin escapatoria…

Su figura es como el humo… que se escapa de las manos
y el viento es mi enemigo que al irse me arrebata su aroma…
una hoja seca es mi ilusión entre un bosque de deseos,
y en mi diario … escribo que de noche la veo en la luna…