Sin saber el joven ése día sería testigo de una charla y en encuentro de dos personas qué el nunca supo qué existían.
En la vereda de la cuadra de su casa, debajo de un sauce frondoso, el cuál los cobijaba del sol y el calor insoportable del mediodía.
El joven venía de la casa de su tío con el cuál estaban planeando para ir a pescar a la noche.venía en su bicicleta y pasó cómo siempre para charlar con Núñez, su vecino qué estaba sentado tomaba cerveza con otro hombre de aspecto distinto a un Argentino, éste hombre era Samuel Colt.
También tomaba mate amargo un hombre casi anciano, sentado en un balde de 20 lts, dicho hombre hablaba con un léxico qué el no entendía, cuándo saludó, diciendo buenos días, el casi anciano respondió; un hombre sé levanta, sé afeita, desayuna.aquél joven pensó, éste viejo está loco, él loco era Borges.
Atónito escuchaba las conversaciones de Colt y Borges, Samuel le contaba a Borges de su viaje a Calcuta, India, dónde descubrió un arma casera qué luego llevaría a un proyecto para fabricar revólveres, quiénes se usarían en las guerras, sobre todo en las matanzas de los Comanches.
(Continuará).
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