Algunas veces,
me siento
más de lo mismo,
el lugar, la hora, el sitio
no cambian su impermeable,
me embuten
en ideas incombustibles
me siento tan invisible,
tan yo sin mi yo.
Algunas veces, los bolsillos
se someten a vacíos,
y rugen leones hambrientos,
los sueños hace tiempo
se vaciaron
en pretextos harapientos,
los deseos se aliñaron
con harina de otro costal,
el oxígeno es precario
se viste de desigualdad,
y sólo quedan vacíos
cogidos de la mano
a bolsillos esperando
un respiro.
Alguna vez, el silencio
se hará grito,
y se unirán a otros gritos,
florecerán gargantas calladas.
Alguna vez, la involución
quedará clausurada
en mandiles negros descosidos
y pañuelos atados
a su prehistoria,
se abrirá el fruto
de proyectos evolutivos,
y los dedos de mujer
pintarán paisajes nuevos,
libres, iguales,
sin trampa ni cartón