Una parte de mi
viene de un pueblo pequeño
dónde huele el cielo a aceituna
y los trigales sonríen al viento.
Mientras cae el sol de la mañana
el olor a hierbabuena y violetas,
se cuela por las ventanas, cantan
ruiseñores, abejarucos y pardillos
balan, que casi hablan los corderillos
junto a cerdos y gallinas,
los sonidos del establo,
la música de mi cocina.
Junto al rocío de la mañana,
rosas, gitanillas,
claveles y buganvillas,
jacintos, y pilistras,
todas hacen de mi patio
un jardín de las delicias.
Mi otra parte del Atlántico,
la sal, el gran azul, el azul del mar,
olas violentas, rugiendo como leones,
corrientes, ballenas, atunes, y tiburones
tambores que gritan en mi alma
negra África de mis entrañas.
Annobón del golfo africano
qué no me vio nacer
Annobón la cuna de mis padres
tierra donde moriré.
etiquetas: bubanvillas, jacintos, gitanillas, rosas, mar, atlántico, tiburones 273 lecturas versoclasico karma: 101
un pueblo pequeño
dónde huele el cielo a aceituna
y los trigales sonríen al viento.
Plantas un jardín de versos
cada uno con sus colores y aromas
delicados
y luego nos llevas por el océano azul
a sortear peligros entre tiburones
y olas rugientes
Es precioso tu poema
con añoranza por tu tierra
y la tierra de tus antepasados!