Que no eres para mí,
mi piel y tus manos,
mi boca en tus labios
se empeñan en lo contrario.
Tú fluyes, yo enciendo
yo vuelo y tú lento,
nunca encontramos tiempo y lugar
siempre buscando el punto y final.
Engañaremos a la razón,
y a este quiero y no puedo
habrá que ahogarlo otra vez
y en agua salada dejarlo correr.
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