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Serafina
Me dicen que ella duerme
y se aferra a los abismos del paraíso
como árbol que niega el tiempo.
¡Oh mujer! En ti mi corazón alimentó
el dulce néctar del romance
que añora las horas del estudiante
junto al vuelo inocente de los ángeles.
Tus palabras aún tiñen de colores
los versos del campanario andino
y labran el eco que abraza los faroles
para respirar el aroma de las flores
e impregnar la copa de vino
con el amor furtivo del destino.
Escucha en la voz del anochecer
el canto del viento que lleva
la vitalidad del amor al nacer.
Mira el niño como en el vientre llora
e ilumina el rostro de la noche negra
bajo el abrigo radiante de la luna llena.
La despedida llegó con la hora eterna
para cerrar los ojos de la novia bella
y buscar en el altar del cielo
la paz que descansa en el padre bueno.
y se aferra a los abismos del paraíso
como árbol que niega el tiempo.
¡Oh mujer! En ti mi corazón alimentó
el dulce néctar del romance
que añora las horas del estudiante
junto al vuelo inocente de los ángeles.
Tus palabras aún tiñen de colores
los versos del campanario andino
y labran el eco que abraza los faroles
para respirar el aroma de las flores
e impregnar la copa de vino
con el amor furtivo del destino.
Escucha en la voz del anochecer
el canto del viento que lleva
la vitalidad del amor al nacer.
Mira el niño como en el vientre llora
e ilumina el rostro de la noche negra
bajo el abrigo radiante de la luna llena.
La despedida llegó con la hora eterna
para cerrar los ojos de la novia bella
y buscar en el altar del cielo
la paz que descansa en el padre bueno.
Paisajes de Alas Verdes
Las esferas de mis ojos
Atesoran el cristal
De cada lágrima
Guardan paisajes
De alas verdes
En haces sonoros
De distancia.
El eco encendido
De las aves
Perfora vitrales
De nostalgia
Con verbo de luz
Siembra semillas
Ansiando que broten
Las gargantas.
Planto mil manos
Para el sol
Raya el sosiego
Puebla mi alma.
Atesoran el cristal
De cada lágrima
Guardan paisajes
De alas verdes
En haces sonoros
De distancia.
El eco encendido
De las aves
Perfora vitrales
De nostalgia
Con verbo de luz
Siembra semillas
Ansiando que broten
Las gargantas.
Planto mil manos
Para el sol
Raya el sosiego
Puebla mi alma.
Viento adverso
Viento adverso.
Las manecillas del despertador imaginario giraban en sentido contrario, derritiéndose cómo la mantequilla surrealista que el pan negro no quiere untarse.
Viento adverso.
Bostezando, sollozando, los niños increpan a su inducido infortunio, porque el azúcar de la vida no llega.
La luz se cuela sin timidez entre los orificios de las paredes de planchas de zinc, pop art, comunistas, socialistas, coloradamente democráticas: falseadas y mal acabadas.
Viento adverso
Las Doctrinas sanguinarias, no sanguíneas, extraídas de las gavetas del manicomio de puertas abiertas, sección…
Las manecillas del despertador imaginario giraban en sentido contrario, derritiéndose cómo la mantequilla surrealista que el pan negro no quiere untarse.
Viento adverso.
Bostezando, sollozando, los niños increpan a su inducido infortunio, porque el azúcar de la vida no llega.
La luz se cuela sin timidez entre los orificios de las paredes de planchas de zinc, pop art, comunistas, socialistas, coloradamente democráticas: falseadas y mal acabadas.
Viento adverso
Las Doctrinas sanguinarias, no sanguíneas, extraídas de las gavetas del manicomio de puertas abiertas, sección…
¿Será un adiós?
Agoniza,
decae su luz,
como toda estrella muere
en las redes galácticas.
Alambres
rechazó para hacerse onda.
Colmatada de versos
abrieron sus compuertas
a razón de menor profundidad.
Honda,
excavada en la garganta
del ser que se derrama
en cada trama asonante
pero con voz,
decantando cantares
busca nueva colonia.
El campo no tiene puertas,
los virus infectan
hasta el último bit.
Planetas netos
son utópicos destierros,
artificioso ardid.
Si a tus oídos
llega un verso
no faltarán hojas,
ni páginas, ni ojos,
ni latidos,
ni motivos
para escribir.
decae su luz,
como toda estrella muere
en las redes galácticas.
Alambres
rechazó para hacerse onda.
Colmatada de versos
abrieron sus compuertas
a razón de menor profundidad.
Honda,
excavada en la garganta
del ser que se derrama
en cada trama asonante
pero con voz,
decantando cantares
busca nueva colonia.
El campo no tiene puertas,
los virus infectan
hasta el último bit.
Planetas netos
son utópicos destierros,
artificioso ardid.
Si a tus oídos
llega un verso
no faltarán hojas,
ni páginas, ni ojos,
ni latidos,
ni motivos
para escribir.
De camino hacia a ti
De camino hacia ti
Me voy llenando de miedos
Y es esta fe de quererte siempre la que me mantiene viva.
Y voy de fantasma en fastama
De duende en duende
De palabra en palabra
Porque el sentimiento de buscarte siempre y en todo momento no se quita con el tiempo.
Ya te ha visto mi silencio
coqueteando con la vida
Con tus idas y venidas
Traficando por mi calles
No soy yo quien te vuelve mas humano
Ni es mi mano mas pura por limpiarte las heridas
Es el deseo del bien quien nos pone en el camino de la dicha.
De camino hacia a ti he visto girasoles
y se me ha hecho un nudo en la garganta…
Me voy llenando de miedos
Y es esta fe de quererte siempre la que me mantiene viva.
Y voy de fantasma en fastama
De duende en duende
De palabra en palabra
Porque el sentimiento de buscarte siempre y en todo momento no se quita con el tiempo.
Ya te ha visto mi silencio
coqueteando con la vida
Con tus idas y venidas
Traficando por mi calles
No soy yo quien te vuelve mas humano
Ni es mi mano mas pura por limpiarte las heridas
Es el deseo del bien quien nos pone en el camino de la dicha.
De camino hacia a ti he visto girasoles
y se me ha hecho un nudo en la garganta…
Más Allá De La Muerte (Euridice y Orfeo)
Triste armonía que invade
Los acordes de mi melancolía
Sobre esta noble melodía
Forma parte de esta lírica
Desprendida de esta bella lira.
Escucha esta
Triste armonía,
Que invadía los acordes
Llenos de melancolía
En cada cuerda al recordarte
Aquél día, en que desaparecías
Siendo me arrebatada por aquella
Fría penumbra
Que te devoraba por segunda vez.
Te perdía en el interior del Hades
Siento la melancolía
Como la única melodía
Que me dediqué a tocar
Ya las flores se sienten
Tan tristes como cuándo las moja
La húmeda lluvia,
Los árboles ante mi se inclinan
Las…
Los acordes de mi melancolía
Sobre esta noble melodía
Forma parte de esta lírica
Desprendida de esta bella lira.
Escucha esta
Triste armonía,
Que invadía los acordes
Llenos de melancolía
En cada cuerda al recordarte
Aquél día, en que desaparecías
Siendo me arrebatada por aquella
Fría penumbra
Que te devoraba por segunda vez.
Te perdía en el interior del Hades
Siento la melancolía
Como la única melodía
Que me dediqué a tocar
Ya las flores se sienten
Tan tristes como cuándo las moja
La húmeda lluvia,
Los árboles ante mi se inclinan
Las…
"Arroyo"
Anoche mi gacela
te buscaba los lunares
perdidos hacia tu espalda;
bebía del vaso
de tus noches y amaneceres.
Oh, desnuda palpaba vida
sumergida en un arroyo dorado
donde moraba tu alma.
En ese sueño
de tinieblas y gitanos,
se apoyaba en limoneros
y en tus manos.
Anoche mi gacela
se encendía amarilla
como una almendra,
fue un canto de sirena
a tus oídos y decía versos
de mar y arena.
Ay anoche venía,
con sus ojos tristes de doncella,
con su espíritu inundado
de flores y praderas.
Ahí te esperaba
atada a tus plantas,
hambrienta de lunas y amor.
Enid Rodríguez Isáis
Estados Unidos
Mayo 2020.
te buscaba los lunares
perdidos hacia tu espalda;
bebía del vaso
de tus noches y amaneceres.
Oh, desnuda palpaba vida
sumergida en un arroyo dorado
donde moraba tu alma.
En ese sueño
de tinieblas y gitanos,
se apoyaba en limoneros
y en tus manos.
Anoche mi gacela
se encendía amarilla
como una almendra,
fue un canto de sirena
a tus oídos y decía versos
de mar y arena.
Ay anoche venía,
con sus ojos tristes de doncella,
con su espíritu inundado
de flores y praderas.
Ahí te esperaba
atada a tus plantas,
hambrienta de lunas y amor.
Enid Rodríguez Isáis
Estados Unidos
Mayo 2020.
Recompensada Paciencia (fragmento 1)
Que hermosa sos,
Con tu pelo al viento
Y la sonrisa al sol.
Cuando tus ojos se abren
El ruido cesa
Y el mundo frena…
Pero el mío se despierta.
Tu voz alegre y risueña
Retuerce las penas
Que entre melodiosos himnos de amor,
Se van ahuyentadas para no volver más.
Envida del jilguero
Y hermana del manantial más fresco.
Con tu pelo al viento
Y la sonrisa al sol.
Cuando tus ojos se abren
El ruido cesa
Y el mundo frena…
Pero el mío se despierta.
Tu voz alegre y risueña
Retuerce las penas
Que entre melodiosos himnos de amor,
Se van ahuyentadas para no volver más.
Envida del jilguero
Y hermana del manantial más fresco.
Surcaba el mar
Caminé hacía el mar
bajo mis pies
la arena tibia,
el sol surcaba el horizonte
como siempre
con toda su alegría,
tu cuerpo terso torneado
en perfecto bronceado
transparente con las pocas
ropas que llevaba,
me desnudaste con la mirada,
a lo cual te correspondí,
tus labios aquellos
hermosos y carnosos labios
se fundieron con los míos,
aún tiemblo
después de despertar.
bajo mis pies
la arena tibia,
el sol surcaba el horizonte
como siempre
con toda su alegría,
tu cuerpo terso torneado
en perfecto bronceado
transparente con las pocas
ropas que llevaba,
me desnudaste con la mirada,
a lo cual te correspondí,
tus labios aquellos
hermosos y carnosos labios
se fundieron con los míos,
aún tiemblo
después de despertar.
Poesía Oriental
Tus cuerdas
Tejen los sonidos
En el ardid solar
Del infinito
En el trémulo pecho
De los mirlos
En la flor de loto
Del estanque
Y en la tendida alfombra
Del recuerdo.
Tejen los sonidos
En el ardid solar
Del infinito
En el trémulo pecho
De los mirlos
En la flor de loto
Del estanque
Y en la tendida alfombra
Del recuerdo.
Ojos Tristes
Odres turbios unos ojos
Encerrados por el tiempo y su franela
Que no es cálida ni tétrica
Solo abraza su miseria.
Se derrama una mirada
Sin reflejo, sin antojos
Con el dolor a capela
La ruleta gira lenta
La esperanza, ¿dónde esta?
Esos ojos no lo saben
Entre rabia suculenta
Se oye el trino de las aves
El rugir de sus entrañas se despierta
Son auspicios de tormenta.
Encerrados por el tiempo y su franela
Que no es cálida ni tétrica
Solo abraza su miseria.
Se derrama una mirada
Sin reflejo, sin antojos
Con el dolor a capela
La ruleta gira lenta
La esperanza, ¿dónde esta?
Esos ojos no lo saben
Entre rabia suculenta
Se oye el trino de las aves
El rugir de sus entrañas se despierta
Son auspicios de tormenta.
Camino a
Desde mi horizonte, camino a la luz de los sueños
vuelan las mariposas sobre los pedazos de mi piel,
sobre los restos de costumbres lanzados al viento,
cual único pasajero en el tren de las sonrisas,
camino a la vida,
camino a lo eterno.
Desde el perfil de mis labios, camino a tu boca
vuelan las sensaciones sobre los cuerpos adyacentes,
sobre tu mano en mi pelvis y tus labios en mi pecho,
camino al deseo,
camino a lo que sabe bueno.
Desde lo intrincado de mi naturaleza, camino al ocaso
vuelan las aves del pasado sobre el jardín de los días,
sobre el festín de las almas cojugadas en presente,
como piedras en el camino, sobre lo tuyo y lo mío,
camino a lo que sabe bueno,
camino al deseo,
camino a lo eterno.
vuelan las mariposas sobre los pedazos de mi piel,
sobre los restos de costumbres lanzados al viento,
cual único pasajero en el tren de las sonrisas,
camino a la vida,
camino a lo eterno.
Desde el perfil de mis labios, camino a tu boca
vuelan las sensaciones sobre los cuerpos adyacentes,
sobre tu mano en mi pelvis y tus labios en mi pecho,
camino al deseo,
camino a lo que sabe bueno.
Desde lo intrincado de mi naturaleza, camino al ocaso
vuelan las aves del pasado sobre el jardín de los días,
sobre el festín de las almas cojugadas en presente,
como piedras en el camino, sobre lo tuyo y lo mío,
camino a lo que sabe bueno,
camino al deseo,
camino a lo eterno.
La promesa de Amor
Te daré mis labios y mi voz
Diciéndote "te quiero".
Te daré mi piel y mi calor
amando cada centímetro de tu cuerpo.
Te daré mis sueños y esperanzas
para que sean uno contigo
y vivir nuestro mundo nuevo.
Te daré una vida que vivir
con días rodeados de aventuras y pasión.
Te daré tantos dolores de cabeza
Como risas,
pero también te daré enojos
para que tengamos reconciliación absurda.
Te daré... Te daré mil días
pero ninguno será como el anterior,
y te daré derecho a renovación.
Yo te daré mi vida
bajo los ojos de Dios.
Tania Mauri M. & David Gonzalez
Diciéndote "te quiero".
Te daré mi piel y mi calor
amando cada centímetro de tu cuerpo.
Te daré mis sueños y esperanzas
para que sean uno contigo
y vivir nuestro mundo nuevo.
Te daré una vida que vivir
con días rodeados de aventuras y pasión.
Te daré tantos dolores de cabeza
Como risas,
pero también te daré enojos
para que tengamos reconciliación absurda.
Te daré... Te daré mil días
pero ninguno será como el anterior,
y te daré derecho a renovación.
Yo te daré mi vida
bajo los ojos de Dios.
Tania Mauri M. & David Gonzalez
