...
La herida surge y surge, hasta ahora cabe en un sueño.
Tengo un ojo calcinado y el otro despierto
¿Qué lluvia se posó en los laureles? ¿Por qué ahora no puedo verte?
Estoy en un estado constante de amenazar a los días
de lastimar a un nido y no verlo nacer. Solo reír.
Voy recogiendo dudas y sembrando en otros cuerpos
ideas lastimeras y astillas de soledades contempladas.
Para que nada nos espante, que nada nos haga daño.
animales perfumados.
Para que todas las horas hablen de nosotros,
seamos pájaro y
canto y
ceniza y
hablemos en voz alta y
gritemos de histeria.
Seamos silencio, ese que amenaza hasta la estancia de dios.
Para ser más amantes vayamos lento
descubramos los números y su edad.
Hablemos del ruido y del silencio.
Golpeemos al día y a su memoria.
No aceleremos los cestos y seamos pintura del sueño,
inventemos una palabra parecida al suicidio.
Procuremos no olvidarnos
cuando el olvido venga. /deuda pendiente/.
Me siento tan débil como un animal imaginario.
etiquetas: romántico, lírico 98 lecturas versolibre karma: 83