En este espacio-tiempo presente,
recuerda que un día existió una navidad
para despertarnos del sueño terrenal,
para despojarnos del plano ilusorio
y descubrir la mística verdad
de este extraño milenio.
Recuerda que un día nació el ser.
Que el eco de su paz
acaricie las estrellas
que las ráfagas de luz
bajen desde el cielo
para mezclarse con las lágrimas
de los cuerpos envueltos
en almas marchitadas.
Hagamos gran memoria!
un día fuimos solo amor
y un día, tal vez, nuestras almas
volverán a renacer
en el imperio de la divinidad
para descansar
en el universo de la eternidad.
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