Permítame recordarle, niña,
que es mi disgusto más fausto
la cordura que me tiene en riña
resultó ser más que un simple gusto
Me fascina su neutralidad,
su frialdad para hacer las cosas
impacta lo madura que es
siendo tan joven;
Confusión maldita
Desconcierto por no saber
si soy sólo su amigo
o su debilidad, aun así,
es un honor poderle conocer
En su primavera plena
se topa con mi verano
en su esplendor profano,
intuye que algo valdrá la pena;
Lo sé, porque no me suelta,
porque a su mundo doy vueltas
hay más que sólo atracción,
tal vez sea simple curiosidad
o porque quizá sea
su nueva ilusión.
66 lecturas versolibre karma: 34