En el final de un día gris la vi
surgiendo entre las aguas
de una incipiente noche,
adorando, regalando aire
al ahogo de un pensamiento
y allí me entregué
al baile de una perla
que con hilos de plata
me recordó el perfume
de nuestro dulce edén,
y allí observé los destellos
de una luna blanca
capaz de diluir el miedo
en sanadora calma.
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"y allí me entregué
al baile de una perla
que con hilos de plata
me recordó el perfume
de nuestro dulce edén,"
aludos
Abrazos