Si algo existe que pueda perforar mi alma
y haga latir mi meticulosidad hasta enterrarme
en las vísceras de la tierra
es ilustrarme con la literatura crucificado con Bach de fondo,
porque no conozco, ni existe deleite
más colosal que su húmeda
fuente de sueños empotrándome
en la sabrosa sapidez de los clásicos,
percibir a través de sus muslos con versado contoneo
a Wilde rozándome la piel
con su prosa rasurada;
al jardinero del mal Baudelaire caldeando mi garganta bramante,
al tiempo que murmura entre convulsiones
"son más bellos los sueños de los locos que los del hombre sabio";
a Sade con sus ríos impúdicos y púbicos que desembocan en mi boca,
"en el amor, todas las cumbres son borrascosas";
a Dostoyevski, epiléptico barbudo que siempre
acude al escondido jardín de mis labios;
a Hesse, empequeñeciendo mi ética,
despeinándome y aturdiéndome;
a Flaubert, Huysmans, Kafka, Maupassant,
un cuarteto a mis pestañas adherido,
¿y Poe?, ay ,¡por los clavos de cristo!
consumir todos los clásicos ambiciono.
Canet
etiquetas: poesía, bach, wilde, falubert, kafka, hyusmans, poe, baudelaire, dostoyevski 580 lecturas versolibre karma: 52