No se le puede negar:
tiene esa hermosura madrileña de los hijosdalgo de antes, ya extintos...
con su beatitud a flor de cáscara
él siempre se ha sabido un ermitaño urbano que todo le cuesta el triple.
En él
una gaviota envergadurando el vuelo le dibuja los labios, cerrándoselos...
como espantando a picotazos a un cernícalo...
a un halcón de cola acampanada
de cabeza y pico esbozado en el ceño
en cuyas engrifadas remeras
se esconden empotrados al rostro
papillonáceas alas de escamas
dos enormes ojos lechúcicos.-
@ChaneGarcia
...
etiquetas: josé maría cano, masculinidad, seriedad, ermitañez, poemaenprosa 54 lecturas versolibre karma: 83
Muy bonitos versos dulce poetisa
Con cariño
JAVIER
Me sorprende eso que dices acerca del de la foto... lo afirmas como si lo conocieras en persona. Me identifico burda con José María Cano porque a mí también las cosas me… » ver todo el comentario