Habiéndolo sabido por boca del oráculo
intentarás detener la profecía que te destruirá
y en ese afán por adelantarte y anularla
habrás puesto en marcha las ruedas de su cumplimiento
habrás abonado el terreno
de tu propia fosa.
No hay libertad en el libre albedrío
desde un principio
fuimos hechos como códigos vivientes
subrutinas
variables semipermanentes
de una ecuación que se autoborra
llevamos incrustadas
las kamikázicas instrucciones que sellaran nuestro sino.
El enigma no tiene respuesta
el laberinto nunca tuvo salida
el sistema está diseñado para fracasar.-
@ChaneGarcia
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etiquetas: libre albedrío, trampa, códigos, poemaenprosa 85 lecturas versolibre karma: 95
¡Profundo, intenso!