Me apropio del viento,
para luego arrojarme
a la peñasca de la libertad.
Aldabos y cerrojos iré tirando
por los apriscos.
Las grietas de mi pecho
las iré sanando con el bálsamo
y aromas de jazmines.
Mis poros abiertos y sedientos
beberán las ofrendas del rocío.
Saldré de las grutas del silencio
y gritaré para que el eco
de la montaña me responda.
De a uno me zafaré
los abrojos y espinas de mis pies
e iré lavando mis heridas
en el arroyo de mis ilusiones
cual caudal es innumerable
permitiendo estás conozcan
la grandeza del sin rumbo fijo.
El secreto de mis cansancios
y miserias los dejaré
en la mudez de la roca;
por mi espalda cargaré mi mochila
repleta de malos recuerdos
para dejarlos en la sequedad
de los desiertos,
otros los llevaré al mar pacífico
y en sus arenas se pierdan:
odios, amarguras o tristezas
así, empezar de nuevo.
Pediré a los dioses
de los bosques me regalen
su sombra y su cobijo,
y al recostarme en su frescura
tomar nuevos bríos,
el pecho me cubriré de aromas silvestres,
del cielo buscaré miradas nítidas y claras.
Si la lluvia de apodera de mi cuerpo,
con gusto beberé el maná de la vida.
Al sol pediré,
su energía para mi paso firme.
De ti, de ti tomaré
tu mano y conmigo camines...
etiquetas: seguir, valentía 138 lecturas versolibre karma: 80
Al sol pediré,
su energía para mi paso firme.
De ti, de ti tomaré
tu mano y conmigo camines...
Felicidades!
hermoso poema
los abrojos y espinas de mis pies
e iré lavando mis heridas
en el arroyo de mis ilusiones
cual caudal es innumerable
permitiendo estás conozcan
la grandeza del sin rumbo fijo.
Hermoso poema. Tiene versos preciosos. Saludos.