Si nos duele la distancia
la atacamos de un disparo
de sonoras carcajadas.
Y en solo un instante,
conseguimos que se esfumen
los kilómetros,
el agua,
la tierra y el aire
que se ponen por delante
de nuestro particular invierno.
Crueles asesinos de olvido
de distancia y de dolores,
cosemos a tiros
aquello que no queremos,
y todo lo que no pedimos.
Al llegar la noche,
la cama está vacía
y la soledad estalla.
Por suerte,
aún nos queda una bala.
La luna se asoma
y se acabó el combate.
Por fin ambos soñamos
con la misma esfera.
La risa,
una vez más,
ha vencido esta batalla
Así que vamos:
Apunta,
dispara,
y ríe.
etiquetas: poema, poesía, distancia, risa 267 lecturas versolibre karma: 32
Me gustó especialmente la musicalidad ligera de tus versos, esa rima asonante que va saltando de verso en verso y que acompaña muy bien el tema del poema. ¡Gracias!