Miramos el hueco en el mundo
y aceptamos la pausa
donde las horas se quedan
y los hilos sostienen el consuelo
de los días viejos.
Solo en lo sencillo las almas sanarán,
solo en la memoria olvidada
recordaremos el cielo,
solo las alas puras abrazarán la paz.
Dejemos de jugar a ser
dueños de nada
y seamos los guardianes
de nuestro origen.
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