Soy tan pecador como la mancha
Más limpia de la luna
Y la noche me concede
Los deseos más misteriosos
Por eso no tengo miedo
Dedicarle mi mejor soneto
Porque los poetas no mueren dormidos.
Ya escribí todo lo que debía sea escrito
Y dejo solamente un testamento de soledades
Mi mayor fortuna la consumí en vida
Fui dejando palabras sueltas y frases inconclusas
Sueños rotos y lágrimas azules
Pero siempre siendo fiel a mí mismo
No cambie una sola letra de mi discurso
Por fuerte que fueran las tentaciones
La paz que me inundando es la misma que
Un día me quito el sueño y a la que le puse
Nombre distintos y metáforas absurdas
He vuelo a tomar la pluma, para moldear
Un verso antes de dormir.