Mientras dormito
escucho los sonidos
y no puedo dejar de ver
y oír
tanto cuerpo destrozado
por bombas, balas y metralla
con sus correspondientes gritos
y aullidos.
Y estoy sentado en un hot dogs
cerca del mar
en una playa de un desasosegado
pueblecito pervertido.
Sentido amordazado por tres asesinas
palabras:
No te quiero.
La mujer china
atiende la terraza de al lado
y levanta la vista con la baba caída
para ver pasar miles de águilas imperiales
volando por el centro.
Y tiro el porro que me fumo.
Noto que me está sentando mal.
Me parece.
Cualquier día desconecto
el puto ratón del ordenador
que impunemente se me abalanza
a veces
y me muerde en los ojos.
NECESITO DESCUBRIR quien eres
realmente.
O más exactamente QUE FUISTE.
Misterio escabroso pero sarcástico
del que tu te ríes amenazante
desde el dibujo de marca de cerveza
serigrafiado en la mesa.
Y me voy del lugar.
Sigue siendo inhóspito e inhabitable
para seres muertos como yo.
A las tres en punto del reloj doblado
subo los escalones (16)
que bajan a mi submundo
y me pierdo en centelleantes oleajes
de fuegos fatuos
de no sé que animal muerto
o vivo.
Me visto para el combate de esta noche
armado con granadas y ametralladoras.
Preparado para salir al cuadrilátero.
¿Podrías dedicarme un solo segundo
de recuerdo?
Miraré un rato el desfile de Cancerberos
ante mi ventana, que me saludan cortésmente.
Abro el frigo y tomo un poco de leche fría
hirviente y azulada
y me tumbo en la cama boca arriba
y quedo inmóvil, observando el suelo
translúcido de mi cuarto.
Como todas las acostadas desde mas de mil años
me duermo, o eso creo, con la vista infiltrada
en el inmenso agujero negro, como cabeza de alfiler.
Una galaxia cercana se ha desplazado
un trillón de años luz. Desde ayer.
¿Se habrán fijado los astrónomos en el detalle?
Empiezo a soñar.
Y sueño que quizá, después de todo
hasta puede que sea una persona normal.
Un ser vivo o irracional engendro.
Siento un tremendo escalofrío. Es ya hora
de despertarse antes de que en verdad
me duerma.
Y es el amanecer del mismo día.
¡Venga chico! me grita
¡Sin miedo!
¡ahí, esos valientes!
¡conquistadores de reinos con princesas desvalidas!
Vamos a vivirlo otra vez.
La vivída anterior del mismo día no quedó perfecta.
¡Ánimo, que solo son 24 horas!
Todo, y más aún, me grita la mujer china
de al lado del hot dogs
empeñada en cazar las águilas al vuelo
con sus finos palitos de comer.
Si, ahora, pasado tanto tiempo
necesito descubrir quien fuiste
o que fuiste, si acaso fuiste alguna vez.
O fui yo el que obstinadamente quise que fueras.
O te deje ser, simplemente.
Tal vez fui yo, el que no fui, porque
como tantas veces, no supe, porque poder
creo que si pude.
Tal vez. Y aún tengo la duda.
Para siempre.
Ahora que lo pienso, no sé como demonios
entró en mi apartamento
la mujer china.
Ni una mierda me importa.
Total, tomaremos café juntos.
Quizá me deje contarle mi vida.
O quizá se atreva a contarme ella la suya.
En duelo a muerte de esquizofrenias
compartidas.
Esquizofrenias reincidentes.
Al fin y al cabo, solo son
las mismas 24 horas.
etiquetas: surrealismo 243 lecturas versolibre karma: 89
Muy bueno me gusto esta paranoia de letras !!!
Saludos !
Un dash de los poetas que ya te he mencionado (Hotel K y Alex Richter) pero un mucho más de tu propia y particular manera de poemar!
Vaya, se me antoja tu poema como una pesadilla multidimensional, de esas que te ocurren cuando cenas comida china plagada de mariscos muy tarde en la noche y te vas a dormir, a digerir el puzzle alimenticio que has ingerido a punta de extravagantes escenas de insana cordura.
ME ENCANTA!
Estos versos son una genialidad sideral, con lo que me encanta la poesía cósmica !!!
Como todas las acostadas desde mas de mil años
me duermo, o eso creo, con la vista infiltrada
en el inmenso agujero negro, como cabeza de alfiler.
Una galaxia cercana se ha desplazado
un trillón de años luz. Desde ayer.
¿Se habrán fijado los astrónomos en el detalle?
jaja, verdad ?!
llámame Alejandro