Hace un tiempo
renté una habitación
al olvido.

De vez en cuando
voy hasta allí.

Tiene vista al jardín,
donde uno puede estar
todo el día
sin temor a ser reconocido...

No hay abundancia
pero existe lo suficiente:
Desayunos de discreción
cerca de un río
de recuerdos no hojeados,
que brota de las vivencias sepultadas.

Tardes de bocadillos de silencios
que se deshacen al paladar
y copas de añejo licor,
extraído de labios cerrados

Por la noche
el café se endulza
con confusión
y se acompaña
con galletas cubiertas de vacío.

No es un lugar
en su totalidad apacible,
pero nadie molesta...

Los muebles desiertos
ven pasar la tarde
sin visitas
ni risas, ni mascotas...

Hace un tiempo
renté una habitación
al olvido,
a veces entro sin dudar,
otras veces
contempló desde lejos,
pues el contrato decía:
"Quedarse aquí,
corre bajo su propio riesgo".

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Renta de Habitación
2019
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