Toca tu melodía y
descongela ese corazón de hielo
olvidado entre los destellos
de tu propia luz.
Ríndete
y deja de ser un fugitivo
de tu propia alma.
Has perdido una coraza,
has ganado una caricia,
has vertido lágrimas
en el sediento manantial
de tu espíritu.
Ríndete otra vez.
129 lecturas versolibre karma: 67
Saludos
Abrazos