Nos cruzamos en cada pasillo
deshojando toda posibilidad,
nos perseguimos en el laberinto,
con cada muro chocamos.
Sólo quedaba desatar el ovillo
y archivar los besos.
De un callejón sin salida
se sale volando.
De los submundos de tu agonía
di un salto a mi paz.
Pero para volar hacen falta fuerza y valentía
y saber que tienes alas.
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Muy bien, excelente.