Para mi pecho,
el tiempo es la añoranza
que se atraganta en la garganta,
es el aire cautivo que duele
y se retuerce de ganas,
de convertirse en un beso,
de contemplarse en tu mirada.
Para mi pecho,
el tiempo es la espera
que se remoja en la comisura
de mis ojos hastiados,
es la espalda cansada
con las alas rendidas,
es la voz doliente
de una amargura tardía,
es la penumbra mansa
donde no se distingue:
la noche del día,
la llegada de la partida.
mello
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Abrazos!