Si en mis palabras
encuentras vacío,
sí en mi mirada
hallas nostalgia,
si de mis manos
el temblor no cesa,
y de mis labios
la sequedad amarga,
quizás,
no queda nada.

Si de tu verbo
encuentro entusiasmo,
si tus ojos devuelven
a mí la esperanza,
si tus manos sedosas
caricias expones,
y de tus labios
los besos se exculpen,
entonces,
todo está por suceder.