Enraizado de mi memoria vives,
en vano he tratado de sacarte.
Lucho en inútiles quimeras y
un amor añejo que no acaba.
Dejé de combatir por entenderlo.
No dudo que me amaste, en mi savia
te adherirte, de mí hiciste lar.
Sorprendente para mi fue tu
llegada, entrando hasta arrecifes
en mi entraña. Sacudiste la estructura
de mi vida. Tu presencia, fugaz y transitoria
se enclaustró en la cavidad de mi pecho.
Que llegaras lo acepto. Que no te vayas,
no lo entiendo. Tú, quizá mi nombre
no recuerdas, de tu boca quise oírlo
antes de irte. Te diré cual es mi nombre
si olvidaste. Si en tu alborada, observas
gotas de agua arropadas en las hojas,
notarás, notarás son rocío...
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ₐy ₑₗ ₒₗᵥᵢdₒ!!! como ves no hay olvido
¿Hay amores así? Transmites fenomenal.
Gracias por tan lindo sentir.
Lo que no sale del alma embellece las letras!
Felicidades!!