Me envuelvo
en días desgastados,
el tránsito de olas
comiéndose mis luces
y dejando sólo sombras,
las gotas salpicando
el tintineo de pensamientos
que se desdoblan,
y me quedo
como cacharro viejo
pariendo pétalos incautos,
la bruma sobre mis manos
abraza mi letargo,
y se desliza
en días pasados.
Mi corazón pide a gritos
una chispa de tus labios,
y yo, me paro a intervalos
desatando delirios desesperados,
y me dejó envolver
por aromas
no olvidados
que sólo escuchan tu voz,
que es verso,
que es poesía
para dos.

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