Tengo frío.
Un frío que estremece mi piel,
sacudiendo hasta la raíz de mi alma,
dejando a mi voz sin habla,
a mi vista clavada hacia la nada.
Este frío paraliza mis pasos,
me obstruye los caminos,
me cierra las puertas;
oscureciendo la luz del sol.
Tengo un frío que retiene
mis brazos para tocar,
me retrae de ser abrazada.
Impide a mi oído que escuche
palabras de afecto o de aliento.
Mi corazón palpita acelerado
por ser escuchando,
quedando apresado
en el hueco de mi seno.
Este frío calla, acobarda, atemoriza.
Solo quedan manos vacías
sin ánimo de lucha para
hacerme de una mano amiga.
Este frío ha quitado el calor de mi vida,
ilusión y esperanza a nuevo día.
De mis hombros desnudos
desliza un chal que no cubre
la abrumadora frigidez
que me embarga.
Un silencio habitual
y compinche
es el qué cohabita
con mis días.
¿Cuándo fue qué deje de vivir?
No lo recuerdo.
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Muchas gracias por su visita y comentario me place verle. Que este usted bien. SALUDOS
Muy penetrante luna !!!!
Felicidades está cargado de emociones !
desliza un chal que no cubre
la abrumadora frigidez
que me embarga.
Un silencio habitual
y compinche
es el qué cohabita
con mis días.
¿Cuándo fue qué deje de vivir?
No lo recuerdo."
Luna has dejado cautivos los ojos...
y compinche
es el qué cohabita
con mis días.
Creo que estos versos retratan situaciones que atraviesa cada persona en diversos momentos de la vida. Felicitaciones por el poema porque también muestra el lado B de muchas cosas.