Lo siento.
Atenté contra tus brazos,
propulsándome cual kamikaze.
Y desde hace un tiempo me lanzo,
sin frenos ni miedos
hacia tu mirada.
Yo me tiro de cabeza
pero nunca muero
porque tú me salvas.
Lo siento.
Soy el mejor de tus desastres
soy la mayor de las suicidas
y tú,
que te empeñas en matarme,
siempre vuelves a salvarme.
Lo siento.
Pero ya no tengo nada que decirte,
ahora prefiero vivirte.
etiquetas: poema, mirada, amor, poesía, letras 176 lecturas versolibre karma: 40