Háblame del Universo,
De Dios,
De los posos del café
Y de los inviernos
Que encerraste con tu infancia.
Háblame de lo que crees
Como amor,
De la soledad,
De las primaveras que arrancaste
en las espinas de una adolescencia
Que te enseñó a vivir mientras dolías.
Mientras sangrabas
Y tenías que coserte por dentro
Cuando otras miradas se posaban
En escaparates y luces de colores
Sin notar el frío en el cuerpo.

Háblame de tu interior.
De las cerraduras
cuyas llaves olvidaste
en algún mar de agua salada,
O en algún desierto.
De las capas grises
que te pasean a veces
Y te emborronan.
De cómo caes en esa espiral
Una, y otra vez.
Y de cómo coges aire,
Guardas silencio
Y vuelves a subir a flote.

Háblame de la enfermedad,
Del vacío,
De la ilusión y las ganas.
De lo que te come
por dentro.
De por qué
las yemas de tus dedos
Olvidaron
la ternura de las miradas.
De los besos.
Háblame de dónde te imaginas.
De lo que ansías.

Pues los espejos
reflejan sólo
lo que intentas mostrar,
Lo bello.
La esencia,
sin embargo se encuentra
En aquellos que abrazan,
Sienten y calman
Tu "Yo" tridimensional.
Algunos se saciarán
con tu reflejo.
Yo, te amo más allá.

Pudo ser un minuto
una hora
puede que una eternidad
Vuelo de reproches
voces
orgullo alzado
en un aire
espeso y gélido
en que no te dije
o que dije demasiado
¿donde se fue
aquel minuto
de amor perdido, olvidado?
el minuto en que me odié
el minuto en que no te amé.

Mi niña lunera
dormida en el cobre
tendida a mi vera

espuma de arrullos
que velan tus sueños
flor de mi vereda

Mi niña lunera
sentada en el viento
soñando quimeras.

Somos como dos imanes que se quieren atraer pero han confundido los polos.

Mientras se desnudaban con los nervios de la primera vez se preguntaban:

-¿En tus sueños o en los míos?

Tanto placer le daba leerlo que no podía evitar mojar sus páginas

Tenía el mundo hecho a mi medida y me lo tuviste que descoser.

Sabes que odio lo abrazos, pero si volviera a verte
te abrazaría y jamás te soltaría
no dejaría que te fueras de nuevo.

Solo si te vuelvo a ver
pararía el tiempo
desnudaría tus miedos
besaría tus dudas
y
te diría cuanto te quiero
uniría mi pecho con el tuyo para que nuestros latidos vayan al mismo ritmo
y pediría que te quedaras" porque después de ti no hay nadie
Solo eres tú quien calma mis males
"Quédate" porque después de todo este tiempo aun no consigo a alguien que cabe tan profundo en mi ser y me haga comprender que solo basta cerrar los ojos para sentir
pero sobre todo te diría que si te vas no sabría que hacer, ni tampoco como escapar del deseo de inundar tu pecho de pasión
ni cómo vaciar el querer que me dejas, porque este amor no tiene olvido
Solo si te vuelvo a ver
miraría muy bien tus ojos para descifrar lo que quieres de mi
para mejorar, para modificar lo que tengo que te molesta
Si te vuelvo a ver
haría que todo fuera distinto
te entregaría lo que llevo dentro, no retendría ningún sentimiento
me expresaría por completo
sacaría todo sin que me quede ni una gota
probaría mas de tu cuello
contemplaría mas tu cuerpo hasta aprenderme cada poro de tu piel
cada marca
cada huella
cada Lunar
cada peca
cada cicatriz y la besaría
Si te llego a ver otra vez
te besaría lento
que mi lengua baile un vals junto a la tuya
haría que mis manos graben tu textura
te leería en braille
y te aseguraría una vida sin "peros"
Te enseñaría a querer porque si y sin temores
te sujetaría muy fuerte para que sientas la corriente que pasa por todo mi cuerpo al tenerte tan cerca de mi.
gritaría en cada esquina que me encantas
que no quiero estar sin ti
porque tú eres la única quien me enamora
Pero sobre todo si te vuelvo a ver
te haría entender de una vez por todas que te amo
que te necesito para ser mejor persona
porque ojalá comprendieras que si no eres tú , no sabría quien
es que solo tú sabes cómo calmarme y besarme las heridas
me escuchas, me comprendes
haces que mi mente se despeje, que mis sentidos viajen por tu voz y que mi cuerpo entre en razón con el tuyo
Tu fragancia es medicina, tus caricias son la vida y entre tus piernas encuentro el camino a lo magnífico
Porque quiero estar contigo siempre y siempre tiene como sinónimo nunca dejarte, porque dejarte seria como manejar sin frenos propensa a estrellarme en cada esquina
porque la vida se me pone estrecha, porque se crean grietas, huecos en el asfalto, obstáculos que tendría que esquivar pero a ciegas porque eres luz y al no tenerte queda oscuro el camino
No te quiero perder porque no sabes la felicidad que me produce el haberte encontrado
Porque a mis mañanas le diste color
y a mi vida sabor
porque sacaste esa sonrisa que tenía guardada en el baúl con llave
porque eres tanto, amor mío, que si te pierdo volvería a lo mismo
Y si tuviera la oportunidad de verte de nuevo
te comería la vida.

Concédeme la alegría de tu luz,
del sonido de tus tardes,
del aroma de tus calles,
de tu cielo azul.

Concédeme un paseo contigo
agarrado de la mano de tus aires,
para que podamos hablarnos
como hacíamos antes.

En la plaza junto a ti sentarme
a los pies de nuestra cruz;
mirarnos como dos amantes,
y un poema surge: tú.

Concédeme ser tu poeta,
que versos no dejaré de regalarte;
que tú me haces falta
tanto como respirarte.

(poema a mi tierra).

Tengo un p(r)o(bl)ema: necesito de tus be(r)sos

(Imagen Pilar Moreno)

Qué arriesgado es el amor,
o qué ingenuo,
o desesperado,
o ilusionante,
o triste,
o despistado,
o pertinaz,
o ciego,
o astuto,
o descerebrado,
o locuaz,
o sincero,
o tramposo,
o verso,
o prosa,
o egoísta,
o generoso
o aventurero,
o inseguro,
o acaramelado,
o agrio,
o divertido,
o presuntuoso,
o atento,
o embriagador,
o celoso,
o tú,
o yo,
o nada,
o todo...

Le pidió una carta de amor,
y pensó que el amor
no cabe en un sobre.

De sus labios -trampas de carmín-
unas palabras le susurraron
que de sus manos surgiesen,
de cariño, acordes.

De sus ojos -mares donde naufragar-
una mirada le sugirió que su corazón bombease la tinta
con la que escribir mil veces,
de la amada, su nombre.

De su pecho -volcán en erupción-
una agitada respiración
le instaba a querer conocer
–ay, mujer-
las letras enamoradas del hombre.

Le pidió una carta de amor,
pero su amor
no cabía en un sobre.

Tantas noches aprendiando a oir
lo que me susurraban los silencios,
me enseñaron a dormir segura
con una brújula bajo la almohada
para no perderme en ellos.

Así, en cada punto cardinal
fui sellando mi huída
en contra del destino;
en contra de mi,
de tí,
y de ese nosotros
que quemé en la última vela
apagando mis recuerdos.


Simone de Rurange B.

Hipatia, hoy escribo con veneno.
Porque la tinta de mi pluma ya no sirve
para doler como quisiera;
pues si ella ardiera como mi alma arde,
quemaría la mitad de mis palabras.

Hipatia, hoy escribo con las manos llenas de sangre.
Con mi sangre, mi sexo y la sagrada manía de creerme invencible...
Con este porvenir inmutable, que me acompaña
en el atrio donde muero cada noche
con las alas de las ganas cubiertas de cenizas.

Hipatia, hoy escribo con los labios henchidos de tinta.
Escupiendo palabras a este pasado
que viene como el viento,
a susurrarme que mis versos agonizan
en palabras que jamás serán dichas,
y que los latidos nada tienen que ver con estar viva.

Hipatia, hoy escribo con los ojos colmados de arena.
De la arena de ese, nuestro reloj.
Del reloj que Cronos quebró en mil pedazos congelando
todas las fases de mi luna, sólo para enseñarme
que el eco del silencio, rebota en las paredes
para los que saben escuchar,
y que ninguna medida de tiempo
borra las palabras escritas con tinta indeleble.

¡Oh, Hipatia mia!
Ve y dile al ocaso que le narre a mi señor, cómo
ya no suenan las campanas en Alejandría
y que en ausencia del único conquistador,
Ades trató de profanar sus tesoros de papel a cambio de los de mi piel.

- Cuéntale que aún amándole, me prendieron fuego y ardí -

¡ Grítale que la musa de sal resistió el embiste del inframundo
confiando más en el olvido que el amor !

Y adviertele que a su regreso,
las campanas de la ciudad le recibirán declamando,
la dulce historia de la musa que en silencio sollozando,
protegió hasta la muerte,
el sagrado tesoro de su amado Alejandro.

Simone de Rurange.

La espero,
Aunque me haya roto.
Uniendo los trozos que de mí dejó.
Recogiendo, de mi corazón, cenizas.
Aún la espero. Estúpido amor.

Tienes un gusto exquisito. ¿Puedo probarte de nuevo?

Blancuzca escultura de cenizas
recuerdo preciso y frío de brasas
Volutas de humo bailan aún dentro
de la levedad que barre la brisa.

De la arena húmeda y dúctil,
y la felicidad de un día se armó el castillo
que ahora el sol ardiente reseca
y el viento grano a grano lleva.-

Esculpida belleza hecha en hielo,
transparencia liviana en el agua,
olvidada en aguas tibias de un río
la corriente tenaz, lenta, te pierde.

De aquello que antes fue el cielo
y nubes de algodón, y risa fresca
de sencilla y humilde alegría,
sólo mi mustia nostalgia queda.

Indigno soy, no merezco
nombre, reconocimiento

no por incumplidas rimas
ni por saltarme los tiempos

no por asonantes vanas
ni por ocluidos versos

sino por robar las alas
al mar, al amor y al viento

no merezco, dicho queda
ser poeta en este tiempo