Pudo ser un minuto
una hora
puede que una eternidad
Vuelo de reproches
voces
orgullo alzado
en un aire
espeso y gélido
en que no te dije
o que dije demasiado
¿donde se fue
aquel minuto
de amor perdido, olvidado?
el minuto en que me odié
el minuto en que no te amé.

Se fue volando
tras la escopeta
el vil celaje
de una silueta

Con armas largas
como trompetas,
bailaba rota
no iba completa

Eran las balas
sus marionetas
y en cada paso
más nuevas tretas

Feroz orgullo
jamás se aquieta,
lluvia de fuego
el suelo agrieta.

Alzó su sangre desde temprano
antes que el mar
y que la playa
antes que todo.

Nació secreta, dorada y sola
por no esperar
que otros
la nacieran a su modo.

Nacida negra, dorada y sola,
antes que el sol
y que la arena,
antes que todo.


Imagen: Isuri / La asombrosa Aarthi

Silencio.
Silencio sin ideología.
Silencio de una España desolada.

Soledad en pueblos y ciudades,
en vidas y corazones.

Al décimo suspiro,
entre todo el silencio,
despierta el ruido.
El ruido de miles de palmas,
el sonido de aplausos,
y la música de cacerolas.
La melodía de las calles cambia el paradigma:
los héroes están en los hospitales.
Roto el silencio para recordar
que aún hay esperanza.

Lágrimas.
Lágrimas de emoción.
Lágrimas que gritan que la unión hace la fuerza.

Confía, saldremos adelante.

Salgamos del closet
y vivamos nuestro sueño,
gritemos tan fuerte que se escuche
en cada hemisferio.

Gritemos libertad,
gritemos nuestra historia,
pintemos un arcoiris que exprese
nuestro orgullo.

Somos más de lo que hemos callado,
venimos a la conquista del amor libre y puro.

En el closet nunca más,
con miedo nunca más,
y si hay más será de amor y libertad.