Mi estómago cual lombrices
Hacia remolinos
Enlazados entre mis manos
Como si la hoguera
De un relámpago
Atrapado en el paraíso submarino
Deambulara en mis sienes.
Cerré mis ojos
Para no mirar las olas
Que nos arrastraban
Como hojas secas
Sin llantos
Solo terror
De ir cada vez más bajo
A los abismos
De los sub mundos
Que ahogándonos
En las profundidades
De mundos nuevos
Titiritaban
En serpentinas de colores
Peces, algas, caracoles
Con la belleza y el horror
De lo desconocido
Fuimos arrancados de la tierra
Y sumergidos
En los océanos.
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