Oscuro azabache, brillo brillantillo suave
tu pelo, color deseado de caracolas enjambre torbellino
de tactos inmensurables, largas caricias, lentos olores.
¡Hay tu pelo!, acharolado, surcos de placer, caminos de vientos, en el espejo donde te miras, estirando los rizos de esos círculos en espiral, que marea.
Ondulación perfecta, donde la naturaleza crea arte en tu cabeza, pelo negro, con luz resplandor que me ciega.
Navegando entre ellos, en tonos oscuros,
voy sin rumbo detrás del aire.
Mi pelo en tu cabeza, el que acaricio cada vez que te acercas.
Remolinos y surcos, rizos y pelos, de mañanas y noches a tu lado, junto a tus cabellos.
La sensación de paz al tacto, de mis dedos con tu pelo, acariciando la ventana de mi deseo.
Surcos suaves de color azabache, ruedan en mis manos tus pelos,
brillo plateados de sus reflejos.
Espirales, surcos, caracoles y caracolas, dentro de tu vello, bello, donde me duermo
Cabellos de oro negro, si no existe yo me lo invento.
Tu pelo.
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