Contando tus lunares nacieron mil constelaciones;
mil y una las noches que soñé con alcanzarlas,
condenada,
cómo Tántalo,
a nunca calmar mi sed.
Contando tus pestañas
perdí el rumbo a las estrellas.
Y tú,
cruel,
te llevaste a golpe de sonrisa
mi norte y mi cordura.
Tú, desalmada.
Y yo, condenada,
cómo Tántalo,
a tenerte tan cerca y no poderte tener.

N.M.

Caen resbaladizas, saladas, cuando deberían ser amargas
como lo es mi alma, que llora por dentro sin las alas soñadas.
Volar, volar con la brisa y el sol calentando mis mejillas quería.
Me pierdo por parajes desiertos en la lejanía.
Por esos caminos y veredas caigo en la penumbra de mis angustias y desdichas. Del amor soñado, de abrazos tiernos y profundos besos que jamás he encontrado.
Mis alas se adormecen y mis deseos que no he olvidado, no serán posibles ya a tu lado Caen resbaladizas, saladas, cuando deberían ser amargas, como las plumas de mis alas ya marchitas, sin haberte amado, sin haber volado

Tu eres mi noche, y aunque me quites las ganas de dormir, las ganas de soñar son las que prevalecen, como la noche musa de miles de poesías y pensamientos tu haces que nuevos pensamientos se escriban;
Buena compañera para unos tragos de cerveza y relajante para escuchar la música...
Así tu eres musa como la noche, mi Pattie Boyd que le dio la inspiración para escribir something a Harrison y la misma que le dio inspiración a Clapton para escribir Layla;
Rodeada de oscuridad con un brillo de luz blanca como la noche, tus ojos son la luna de tu oscuridad, brillantes, los que se roban el show cuando anochece y prevalecen cuando amanece, tu cabello exstención de la noche largo, infinito si quisiera recorrerlo con los dedos de mi mano, tus piernas largas y bellas a la vista como la vía láctea, enigmática llena de secretos y misterios que todos quieren descubrir, yo quisiera explorar tu parte oscura como la luna oculta la suya y descubrir lo que nadie a descubierto y aunque tu como la noche seas inalcanzable como las estrellas yo seguiré volteando al cielo para admirar tu belleza

“Con gran pesadumbre admitía
Que aquello no es lo que quería
Que su vida pasaba de corrido
Sin llegar a verle todo el sentido
Dibujando en su cabeza
El retrato de aquella tristeza
Languidecía sólo de pensar
En la condena que jamás va a superar
Sintiéndolo mucho se dispone
A ver cómo el mundo se opone
A darle la oportunidad
De poder sonreír mucho más
No sabe ni contesta
A la pregunta más molesta:
“¿Cómo estás? ¿Cómo te va?”
¡Ay, si de verdad supieras
Cuánto daño hace la ausencia
De un amigo en esta guerra!
¡Nadie sabe a qué se enfrenta,
Ni dónde irán sus ilusiones
A parar tras la tormenta!
¡Ay de ti, ay de mí,
Jamás sabremos adónde ir!
Tras la estela me encamino
Vaya donde vaya, pero siempre conmigo,
Mi libertad, mi fuerza y dignidad
Vaya donde vaya, dentro de mí estarán.”