Madrigal, rásgame la dulce vida
tú piel bronceada de escarcha mora,
pero no! no te quemes en mi ¡ llora,
y bésame con tu boca encendida.
Poesía, la pasión me despierta,
Alcanza la noche para dragarte,
el elixir candor y así ofrendarte,
un rosario de lirios de mi huerta.
Lírica, las auroras se han marchado,
por calles secas con aromas dulces,
llevan en su aliento un pesar marcado.
Dónde el céfiro sur viaja en zancada,
de un mar seráfico que lo recuerda,
como la lluvia se vino en cascada.
www.youtube.com/watch?v=bILQoikzFZo
(Soneto endecasílabo)