No soy poeta,
Ni escribo novelas,
No soy soldado,
Ni predico la guerra.
Cazo sueños en el día,
Aunque los pierda a golpes,
Escribo historias de noche.
No quiero halagos o un trofeo,
Ni escapar de mi reflejo.
Solo quiero caminar en el cielo,
A capricho del viento.
Soy tu voz y tu arma,
Me escondo en tus caras,
En cada gesto, en cada mirada.
Soy tu risa ahogada de alegría,
Y cuando solo hay cenizas,
Puedo ser tu llanto,
Si lo necesitas.
Soy el grito de la injusticia,
Y el aliento que te anima.
Soy el suspiro del enamorado,
Y la rabia del quemado.
Pero no se engañen
Que bajo la bruma
Se esconde alguien,
Que con la pluma,
Vuela, se expande.
Y sus sentimientos arden.
Si quedaste ciego,
De mirar el suelo,
Te doy mis versos,
Si miras el cielo.
86 lecturas versolibre karma: 43