Anoche mi gacela
te buscaba los lunares
perdidos hacia tu espalda;
bebía del vaso
de tus noches y amaneceres.
Oh, desnuda palpaba vida
sumergida en un arroyo dorado
donde moraba tu alma.
En ese sueño
de tinieblas y gitanos,
se apoyaba en limoneros
y en tus manos.
Anoche mi gacela
se encendía amarilla
como una almendra,
fue un canto de sirena
a tus oídos y decía versos
de mar y arena.
Ay anoche venía,
con sus ojos tristes de doncella,
con su espíritu inundado
de flores y praderas.
Ahí te esperaba
atada a tus plantas,
hambrienta de lunas y amor.
Enid Rodríguez Isáis
Estados Unidos
Mayo 2020.
etiquetas: verso libre, romanticismo, lunas, sed, deseo 508 lecturas versolibre karma: 254
se encendía amarilla
como una almendra,
fue un canto de sirena
a tus oídos y decía versos
de mar y arena.
Me has emocionado, qué versos plenos de belleza, sensibilidad que se te clava en los latidos
Muy agradecida de tener tu atención,
Un fuerte abrazo desde Texas.
Besines
"con su espíritu inundado
de flores y praderas."
Todo un espíritu envidiado
por su llenura placentera.
Gracias!!
Ahí te esperaba
atada a tus plantas,
hambrienta de lunas y amor.
Soy una romántica empedernida...
Defecto o virtud? No lo sé
Gracias amigo!!
El amor un conjunto complejo de emociones.
Excelente.
Saludos!!
Sólo quedamos los innombrables