Tras un Ego inflado
como globo,
hay un alma que
sufre en silencio,
orgullo verdugo
decapita cambios
cierra puertas,
son presas de las
ambiciones...
cual moscas atrapadas
en pastel por golosas.
Ante los espejos
solo son cascarones
vacíos de humildad
pero llenos de
debilidades,
ocultas tras máscara
y miedo a que las
descubran,
por muy escondidas
se ven tras rendijas.
Humillan a quienes andan
desnudos de nobleza,
miran desde lo alto
de su pedestal,
los "otros", son solo
huellas que caminan
en sombras.
Es más fácil asir
lava y no quemarse,
que tocar el corazón
del prepotente,
llevan su cruz
silente,
de esa alma dolida.
Perecen en su prisión,
supremacía y gloria polvo,
fenece el globo
que se deshincha
cuando le llega
su hora...
Pobres los que construyen
la montaña más alta
para su Ego,
que para la Humildad...
16 DE JUNIO 2020.
Autora: Nélida M. Quintero M.
Derechos Reservados.
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