Preciosa con su bata blanca, podía escucharla tras el cristal enseñando a sus alumnos.
Era su cumpleaños y quería invitarla a comer. ¡Qué orgulloso se sentía de ella!. Y qué culpable por las lágrimas que derramó en su nacimiento. Lo supo después, ese cromosoma dividido… fue mucho más que amor.
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www.cincuentapalabras.com/2017/06/copia-extra-de-amor.html
Muchas gracias por comentar!
Lo recojo, porque es algo que en distintas ocasiones, he escuchado a padres de estos niños. Cuentan que es muy común entre ellos, encontrarse ese sentimiento con el paso del tiempo.