Jamás pensé que habría un final.
Yo que ví como los ríos
morían en el mar,
que coroné las cimas
de mil montañas;
jamás imaginé nada igual...
Solíamos bordar
los naranjas, los blancos, y los violetas
en el límpido azul del cielo.
Beber la burbujeante leche
de la Vía Láctea, en una noche despejada.
¿A dónde te has ido, mi estrella del alba?
Solíamos ser almas gemelas,
saltando los mismos charcos,
equilibristas en la misma cuerda,
prisioneros de la danza del viento,
manejando las velas del mismo barco....
Éramos un guiño de sol
en el ardiente mediodía,
un abrazo de viento
bajo la majestad del crepúsculo.
¿Cómo imaginar ese adiós incipiente ?
¿Cómo imaginar unas olas sin retorno,
una espuma de mar
que no se filtre por mis dedos,
si tú me enseñaste a nadar
sumergiéndome en tu cuerpo?
Fuiste mis alas
cuando me lanzaba al vacío,
carbones encendidos
en la hoguera de nuestro nido;
mi norte, mi sol, mi luna, mis estrellas.
Jamás pensé que habría un final...
etiquetas: crónicas, final, inesperado 235 lecturas versolibre karma: 131
Me ha gustado mucho ese brillo de tus versos y esa fluidez que tienes para poemar.
Un gustazo!
Saludos poéticos, Maria Mercedes
saludos poéticos !!
un abrazo poético a ambos !
"cómo si un ave escapara de mis manos"
Q lindo lo describes
Abrazos a los dos