Sublime el amor de madre,
a su ser prodigo veneración,
compañero de vida, el padre;
para él, respeto y admiración.

Pilar del núcleo familiar,
sustento y fortaleza,
del hogar eres cabeza,
un ejemplo a imitar.

Eres fiel arquitecto,
de principios y valores,
corrigiendo los errores,
a lo largo del trayecto.

Del invierno eres abrigo,
techo en la tormenta,
fuente que sustenta,
el diario pan de trigo.

Aplicas premio y castigo,
sin insultos ni agresiones,
señalas recomendaciones,
como juez y buen amigo.

Custodia de seguridad,
amparo en la tristeza,
de la confianza, gentileza;
resguardo en la adversidad.

Para tus hijos, luz y guía;
orientación y directriz,
con la madre eres vigía,
padre orgulloso y feliz.

Progreso y porvenir,
felicidad y bienestar,
objetivos por alcanzar,
metas que conseguir.

Hombre de serenos ojos,
te llevo en mi corazón,
siempre serás mi inspiración,
en mis alegrías y en mis enojos.

En rigor de la razón,
y en honor a la verdad,
la madre es la santidad,
y el padre la bendición.

Autor:Profr Mucio Nacud Juárez
( Junio 2020)
Derechos reservados