Ahora que usted está dormido,
quien hablara conmigo de mundos misteriosos, de mujeres hermosas.
Echo de menos una ráfaga de brisa en mi habitación.
Echo de menos las palabras y la voz del sueño, lo suficientemente cerca para acariciar la oscuridad.
Echo de menos, el canto tan ensordecedor del bosque,
el nacimiento de la madrugada, el silencio del desierto.
Echo de menos el horizonte cuando el sol salta.
Echo de menos mi ansiedad.
Echo de menos cuando de niño suspiraba por mi compañera de pupitre.
Echo de menos las noches de verano que estaban haciendo un hombre.
Echo de menos las palabras, como, el "agua que se desborda al borde río.
Echo de menos las horas vacías de las siestas de verano.
Echo de menos mis labios húmedos, con el deseo de besar.
Che-Bazán.España Poema
etiquetas: niñez, recuerdos, vejez 132 lecturas versolibre karma: 128
Me encantó
Echo de menos mis labios húmedos, con el deseo de besar.