Al fondo de este foso profundo
me encuentro otra vez;
hay un león, de temible melena,
de profunda mirada, y me parece,
que es la misma mirada
que últimamente veo al espejo;
no es una mirada salvaje,
es quizás, una mirada triste,
derrotista, y a veces extraviada.
Y me mira el león como con desprecio,
sin apetito quizás,
pero igual, se avalanza hacia mí,
y en menos de lo que canta un gallo,
lo tengo encima; parece que tengo
toneladas de salvajismo natural
encima de mí.
Sus zarpazos, sus dentelladas,
son instintivamente certeras;
desgarra mi carne a su antojo,
el piso es un reguero desastroso
de vísceras, sangre y tejidos;
y el león, masticando, como sin ganas.
Y yo, miro al león,
con mi mirada triste y certera,
y el león me mira a mí,
desde lo profundo de mis ojos,
y yo devoro al león y escupo
al piso todos los pelos
de su desordenada melena.
Y no queda nada ya,
ni miedos, ni valentía,
ni sueños, ni frustraciones,
ni pasado, ni futuro,
no queda ni el león,
ni quedo yo...
me he engullido a mi mismo.
@SolitarioAmnte / x-17
etiquetas: león, yo, autodestrucción 205 lecturas versolibre karma: 86
ni miedos, ni valentía,
Que no te coma el León amigo mio
Hay que correr....
Me siento muuuuy identificado con el texto.
nos pasa en algun momento (o varios) de nuestra vida
gracias por tus aplausos, muy emocionado que te guste
muy bueno amigo.
hay que ser valiente... cierto .... y a veces tener un arrojo sobrenatural, para vencerse a uno mismo
Me encanta !!!
Original , profundo y rugiendo con fuerza , este tú poema .
Muchos muchos aplausos !!!!
te lo agradezco muchísimo
hay un giro intersante casi al final del poema verdad!
y qué bonito es escribir
muy cierto
y creo que el poema también
Muy potente!