Mi sangre ebulle
frente a la ventana
con estas ganas de leer tu voz
en las líneas del horizonte.

Canto colores de alba niña
para soñarte navegando en soles
y trenzo mis cabellos
con el aroma violáceo
de la esperanza de verte.

¡Sé que te acercas, guerrero mío!
Porque tiembla mi playa al retumbar
de las espuelas magnéticas
en tu caballo de espuma.
Las olas secretean
entre risas y rubores
por tu gallardía cristalina.

Yo te esperaré en las palmeras
para hacer cumplir la profecía,
y bailarán nuestras sombras
meciendo caricias.

Caricias de brisa salada,
de cielo efervescente,
de algodón grisáceo.
Caricias de lluvia y de mar.

Sin prisas, sin miedos
te esperan mis albas,
mis cantos, mis trenzas,
mi sangre hirviente
y mi ventana.

Sé que te acercas,
lo escribes en el horizonte.





_{Dee Dee Acosta
Abr.15/2018}