A cuatro dedos sobre mi ombligo,
se encuentra el Hotel Mariposa. Aquella noche
me revoloteaste indecentemente
y ahora...
ya no se hospeda nadie.
Sé que pensaste que lo derruí
pero lo mantengo en pie
por si algún día vienes.
Marisa Sánchez.
etiquetas: amor, mariposas 371 lecturas versolibre karma: 26
me revoloteaste indecentemente
y ahora...
ya no se hospeda nadie..."
Este pequeño trozo de tu poema me recuerda a aquellos amores que solo se probaron una vez, durante algunos ajenos minutos; que llegaron a ser tan fugaces pero que deslumbran en el anochecer solitario. Seré sincero, me recuerda a un viejo amor y aunque solo llegue a cuatro dedos mas arriba de su ombligo, aun siento su piel en mis labios.
-R. Vela.