Haz la promesa y cambia tu destino, el desafío —está— en tus manos … Entusiasta, no creas en todo, y de lo que te rodea. En el temblor de tu actitud, siente hasta los huesos tu progreso. Muy pocas veces un mal presentimiento trae buena señal, entonces, interrumpe con ironía y relájate en una sonrisa, como recompensa, saboréalo a carcajadas. Por las noches no te detengas en esa rara confesión en la memoria, llega a casa y reza por ti en esta creación: Si has de matar, poco a poco, lo minutos, termina de acariciar el dolor de una lágrima que se olvida en el lodo, apuñala de corazón al mendigo que hay en ti, que se queja de todo…
…Este hábito tiene el veneno que te consume a pausas, rozando al martirio por enésima vez
¿Esta vez, vas a recomponerte de todos sus acertijos?
¿Esta vez, vas a sublevarte a todas las mentiras?
¿Esta vez, va as odiarte un poquito menos, por las mañanas?
Pero siempre sospecha de tu itinerario, sé el mismo noctámbulo, de cómo fijas tu destino; y llega bien, como siempre lo deseas.
Ya no sigas maldiciendo y maldiciéndote; cree en la justicia y que es posible. Recuerda moldear con delicada pleitesía tus acciones; que has de analizar profundamente para llegar donde quieres detenerte y estar, estar contigo mismo, si te atreves, o es tanto la rutina que a veces no te entiendas, por qué se cansan tus caminos cuando te detienes.
Esta mañana se escondió en tu alma quién te conoce mejor, sintiendo dulzura obsesión por extrañar recuerdos y ausencias, lo callado que es la naturaleza, y el huésped que eres en la tierra.
Abril 2008/Editado febrero 2019
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Saludos
Saludos
Saludos Cleme