Son tus lágrimas como un rocío
que despunta el alba,
como una cita con un nuevo día.
Son tus lágrimas como la pregunta
que no ha encontrado su respuesta
y como la decisión sin remordimiento
que prejuzga el dolor.
Son tus lágrimas como un juramento
sin esperanza y como la duda
que azota la voluntad.
Son tus lágrimas como la eternidad
que trajo un nuevo mensaje
y como la tristeza sin ruta alterna.
Son tus lágrimas como ese crisis
que atrajo la neblina y que catapulta
la misión del perdón.
Son tus lágrimas como un bolero,
un desespero taciturno
que trajo el solsticio
y un abrebocas de arrepentimiento
que exhorta la verdad.
Así son tus lágrimas una piedra solitaria
en el vasto desierto
del destino que creo tu falsedad.