Sonidos desde el campo de batalla,
pequeños artefactos y armonías,
estallidos de luz, policromías...
¡En cada petardazo el mundo estalla!
Noche de hogueras soy; soy atalaya
con visión espacial, soy el vigía
de estratégica orquesta y compañía
del sordo y vigilante que habla y calla...
Fuertes, graves y agudos entre el humo
levitan disparados los cohetes...
¡La música del miedo y del consumo!
Uno de los misiles arremete
contra la oculta luna cuando asumo
¡que soy niño y la noche es mi juguete!
Raül Bernadas
etiquetas: soneto, verso, clásico 1081 lecturas versoclasico karma: 91
Saludos ,
Que aflore siempre el niño que llevamos dentro.