El cielo se volcaba delicadamente sobre el suelo en un movimiento lento y fluido.
El mundo había quedado reducido a un torbellino de cenizas blancas que borraba el horizonte.
Todo parecía estar suspendido en la nada.
Tu estabas a mi lado pero el espacio entre nosotros parecía cada vez mayor.
Más espeso y etéreo al mismo tiempo.
Simplemente se difuminaba lo que había entre nosotros.
Eramos pura ventisca arrastrándonos el uno al otro.
Subiendo y bajando,
arrojándonos,
de un lado para otro,
de aquí para allá,
contra un paisaje que desaparecía en cada uno de nuestros arrebatos.
Cuando la tormenta arrió estaba sólo.
Caminé por un campo de nieve sembrado con cabezas de caballo.
Sus lenguas congeladas colgaban pintorescas de unas bocas grandes y grotescas.
Era un espacio virgen y estéril.
Muerto.
Allí donde la razón y la palabra son imposibles.
Ese punto en el cual se desata la tragedia.
Al cerrar los ojos no reconocía a quien veía.
¿Eras tu?
Temo que fuese otra persona.
Me aterra pensar que he olvidado tus facciones.
El desenlace de la tragedia carece de toda importancia.
No se sobrevive a ella,
lo que resulta es algo completamente nuevo,
distinto a lo que había precedido.
Pienso a menudo,
caminando todavía entre esas cabezas congeladas,
en el camino,
el sendero que nos llevó ha despojarnos del lenguaje y la conciencia.
Sin ellos estamos ahora incapacitados para todo.
Entramos,
jugando como quien no quiere la cosa,
en el espacio de la incertidumbre.
Nos dejamos llevar,
y ahora, aquí, en este páramo helado y vacío,
intento volver la vista buscando un paisaje familiar.
Sólo veo cabezas equinas de rostros esperpénticos y lengua frías.
La palabra es imposible para ellas.
Aquí estamos todos mudos.
Un pajarito de las estepas,
posado sobre mi labio,
se ha llenado el buche con todo mi lenguaje.
282 lecturas versolibre karma: 89
Y perdona por llevarte a tan desolado paseo
caminando todavía entre esas cabezas congeladas,
en el camino,
el sendero que nos llevó ha despojarnos del lenguaje y la conciencia.
Sin ellos estamos ahora incapacitados para todo.
Pero tengo en mente, el poema "tropical", el de la foresta llena de luz y vida.
Saludos!
Te sigo leyendo
En este se siente ese frío y esa ventisca y el vacío y el silencio ....
y Ahí lo dejo ...
La interpretación que le doy me la guardo para mi
ahí quizá y solo quizá... me lance a compartirla ...
que con tus letras nunca se sabe..
Lo que si se, es que enganchan ... !!!
un placer pasar por aquí .... y disfrutarlas
Abrazos !!
Algunos círculos, o más que los círculos, los silencios si que pueden tener su origen en lo que quizás yo creo que interpretas tú de lo que escribo...
Al menos a alguna gente he conseguido meterla en los círculos, temporalmente, que den unas cuantas vueltas en ellos y por suerte luego vayan a por más... a por otras letras, que por aquí hay muchas y buenas!
Abrazos!
pues ya sabes deléitame con una segunda parte y quién sabe ...
Pues fíjate que a mí ambos tanto tus círculos. como tu silencio me llevan de la mano a donde yo creo que está el origen ...
pero ahora me has dado una pista que en lugar de pista me ha desconcertado ...
Por lo que intuyo que el círculo no parte del mismo origen que el silencio entonces ??
Si esq hasta con tus comentarios me enredas ...
segunda parte ya !!!!
Saludos Alex! Enhorabuena .!
Un cálido abrazo para compensar la gélida lectura!
Un abrazo
Un pajarito de las estepas,
posado sobre mi labio,
se ha llenado el buche con todo mi lenguaje.
Wow! Creo que no había leído este!
Me encanta!
Es que tienes una fertilidad para crear escenas poderosas de verso en verso, de estrofa en estrofa.
Maravilloso!
Muchos muchos aplausos!!
Muchísimas gracias como siempre por asomarte a mis escritos y comentarlos, tus comentarios son siempre más que bien recibidos.
Un abrazo!