Las flores caen,
la tierra hierve,
las nubes blancas,
el pasto verde.
El cielo plasma,
y tu te mueves,
tu canto es vida,
solo tu me hieres.
Te das culebra,
silencia al viento
y yo me dejo,
por ser contento.
Soy esa liebre
bajo la madera,
encima de un árbol seco
de tu larga espera.
Y yo contento,
me voy durmiendo
bajo el arbolito
de tu árbol seco.
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